Una tarde de Octubre, mientras mis amigos practicaban surf, yo pude disfrutar de este maravilloso paisaje. Debo decir que pasé tanto frío que se me metió hasta los mismísimos huesos! Pero, realmente ha merecido la pena porque las fotos han quedado bastante chulas, no?.
Un momento muy entrañable...el atxitxe con su nieta jugando con la arena, corriendo hacia las olas y retrocediendo para que no se mojaran...algo que me habría gustado hacerlo con el mío.
Hasta que se hizo de noche y la sesión terminó con buen sabor de boca.
Edifizio zantarrak benetan...
ResponderEliminarba bai, difumiñeta agertuten diez haurregaitzik! jajajaja
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